Friday, April 21, 2006

El Mar

El mar
(2000)
España
Género: Drama
Duración: 111 m.
Dirección
Agustí Villaronga
Intérpretes
Roger Casamajor (Andreu Ramallo)
Bruno Bergonzini (Manuel Tur)
Antònia Torrens (Sor Francisca)
Ángela Molina (Carmen Onaindia)
Simón Andreu (Alcántara)
Guión
Tony Aloy
Biel Mesquida
Agustí Villaronga
Fotografía
Jaume Perecaula
Sinopsis
Manuel Tur y Andreu Ramallo tienen diez años cuando la Guerra Civil llega a la isla de Mallorca. Su primer encuentro con la crueldad de la guerra se produce al ver cómo fusilan al padre de un amigo frente a la tapia del cementerio. Transcurridos diez años, Manuel y Ramallo se reencuentran en un sanatorio de la isla. Ambos, hijos de la guerra y la miseria, está afectados por la tuberculosis, si bien la afrontan con posturas diferentes: Ramallo ignorando la enfermedad y Manuel, refugiándose en la religión para evadirse de una muerte que siente próxima. Entre ambos se iniciará una nueva amistada basada en la fascinación de Manuel por la vitalidad de Ramallo y en la admiración de éste por la entereza de Manuel. Pero poco a poco la postura religiosa de Manuel frente al mundo, entra en crisis al darse cuenta que lo que siente por Ramallo es algo más que amistad.
Referencias
• Está dirigida por el mallorquín Agustí Villaronga, autor de Tras el cristal, El niño de la luna o 99.9.
• Se basa en una novela de Blai Bonet.
• La película iba a haber sido por la productora de los Almodóvar, El Deseo, pero no se consiguió alcanzar un acuerdo definitivo.
• Sus protagonistas, Bruno Bergonzini, Roger Casamajor y Antonia Torrens, debutan en el cine con esta película.
• También intervienen Simón Andreu (99.9) y Ángela Molina a la que no se veía desde que el año pasado se estrenara El viento se llevó lo qué.• La película se presentó en el Festival de Cine de Berlín 2000 donde consiguió el Premio Manfred Salzgeber a la innovación.
• Villaronga vuelve a contar con la colaboración de su director de fotografía habitual Jaume Perecaula.

Crítica

El momento de esplendor por el que atraviesa el cine español, con jóvenes directores ansiosos por realizar un tipo de cine lo más comercial posible, contrasta con la obra de un cineasta como Agustí Villaronga. Autor de una ópera prima tan sorprendente como inquietante titulada Tras el cristal, su presencia en el panorama cinematográfico estatal es de las pocas que merece una especial consideración. Con El mar, Villaronga adapta una novela del escritor Blai Bonet que, en más de un aspecto, supone un retorno a sus orígenes fílmicos.

Las escenas iniciales, que transcurren durante la guerra civil, son un destello de la guerra interior que afectará a los protagonistas a lo largo de su existencia. En ese momento, durante su infancia, la guerra será de forma indirecta la que marque sus destinos. Cuando se produce el reencuentro en un hospital para tuberculosos, aunque no resulte evidente, volverán a desencadenarse unos sucesos prácticamente simétricos. El ambiente claustrofóbico que consigue crear en este entorno Villaronga, sin bien no logra alcanzar el grado de Tras el cristal, vuelve a poner de manifiesto una de las principales virtudes de este director.

Los tres protagonistas, magníficamente interpretados por los jóvenes primerizos Roger Casamajor, Bruno Bergonzini, Antònia Torrens, lo cual resulta bastante raro en el cine español, están unidos por su pasado y por un inconsciente sentimiento de culpabilidad al que deben hacer frente. Dos de ellos, la monja y uno de los muchachos, sienten una atracción especial por el tercero, y ambos encuentran refugio en la religión lo que, en el caso del joven, llega a convertirse en un forma de martirizar su vida. Por lo que respecta a la monja, supuestamente el personaje más estable emocionalmente, su pasión infantil por Ramallo permanece y, al igual que entonces, volverá a ser quien, tal vez involuntariamente, desencadene los trágicos acontecimientos.
Review
"Entre los muertos está el padre de su amigo Pau, que decide vengar esa muerte enfrentándose al hijo de quien lo ha asesinado. Manuel y Ramallo lo acompañan y son testigos mudos de una lucha en la que Pau acaba matando al otro niño. Pau, trastornado, se suicida tirándose a un pozo. Manuel y Ramallo se separan, pero como si el hecho de compartir en secreto un pecado les uniera para siempre.
Transcurridos diez años, Manuel y Ramallo se reencuentran en el sanatorio de Caubet, en la isla. Ambos jóvenes, hijos de la guerra y la miseria, están afectados de tuberculosis, si bien la afrontan con posturas distintas: Ramallo ignorando la enfermedad y Manuel, mucho más enfermo, refugiándose en la religión como una manera de evadirse de una muerte que siente próxima. Entre ambos se inicia una nueva amistad basada en la fascinación de Manuel por la vitalidad de Ramallo y en la admiración de éste por la entereza de Manuel.
Ramallo, sin embargo, no soporta el encierro en el sanatorio y quiere escapar de allí. También lo quiere Don Eugeni, el farmacéutico del pueblo, que le mantiene a cambio de su ayuda en los negocios de contrabando y, sobre todo, a cambio de sus favores sexuales. Cuando Ramallo se entera de que Don Eugeni también hace contrabando de medicinas en el propio sanatorio decide robar una remesa de cajas para luego venderlas y escapar de la isla. Manuel, atraído por Ramallo, le ayuda.........."
Excelente!!!!!!!!!!!! actuacion de Antònia Torrens (Premio Goya-Actriz Revelacion)

Mención especial merece la presencia de Ángela Molina interpretando a un personaje secundario que queda un tanto difuminado pero que pone de manifiesto el poco provecho que el cine actual está sacando de esta actriz. La angustia que se apodera de la última parte de la película alcanza límites insospechados y aglutina todos los elementos que la han promovido. El catártico retorno al pozo, la proyección del mar en una fatídica pecera (atención a los magníficos créditos con los que se inicia la película) o el ritual que supone una escenificación simétrica el trágico comienzo de la película se suceden sin concesiones. Sólo un director como Villaronga puede escenificar el terror sin caer en el convencionalismo que se ha apoderado del género.


Criticas de Cine Festival de Berlin El mar es el producto de un largo y complejo proceso de elaboración. Sus 3.073 metros de film son el resultado de nueve semanas de rodaje en diversos lugares de Mallorca , entre ellos el pequeño pueblo de Biniali, y en el Hospital de Enfermedades del Tórax de Tarrasa.
El mar surge del pensamiento de Blai Bonet. Su colaboración con los guionistas, aunque no fuera constante, fue fundamental. El resultado fue de su agrado. Pero El mar es una película centrada en los actores. Por eso se buscó autenticidad y juventud en sus protagonistas, independientemente de que tuvieran experiencia profesional. El rodaje estuvo precedido por un casting en el que confluyeron más de cincuenta candidatos de Baleares, Barcelona y Valencia. Una vez elegidos los actores, la mayoría niños y adolescentes sin experiencia, se iniciaron unos ensayos que se prolongaron durante dos meses.

¿Dura o duramente juzgada? Opiniones......................... por Pilar Ramirez
"Dicen que la "sangre es muy escandalosa". Y, en el caso de El Mar, más que un dicho, es un hecho. Los tintes rojos del último trabajo de Agustí Villaronga le han costado, de forma merecida o no -ya se sabe, sobre gustos no hay nada escrito- un estreno en España rodeado de rumores en torno a su excesiva carga de violencia, drama y dureza.
La polémica era inevitable. Más aún cuando El Mar se estrena comercialmente en España con el precedente de la afilada verborrea de la crítica alemana que, al paso de la cinta por Berlín (donde, muy a pesar de los descalificativos de que fue objeto, se alzó con el Premio a la Mejor Película Innovadora) osó acusarla de "orgía de semen y sangre".

El director Agustí Villaronga se defiende de tan despiadado agravio cinematográfico aduciendo que "el cine no es autocomplaciente". "Es más -añade- la última película que fui a ver fue Boys don¿t cry y salí con una patada en el estómago". Pues yo, pobre espectadora de El Mar, afirmar que salí en semejantes condiciones quizá sea exagerado, más puedo asegurar que no lo es tanto garantizar un certero, ¿cómo decirlo?, ¿revoltijo de tripas, tal vez? (desde luego la expresión implica menos dolor que una patada en el estómago pero deja más que clara la dolorosa sensación).

Debo confesarles que en tal estado de malestar me encontraba yo cuando salí de la sala. Y entonces, aparecieron ellos, el equipo de El Mar, sonrientes e ilusionados con su trabajo. Y, en ese mismo instante, pensé: ¿quién soy yo para tirar por tierra su más que arduo -de eso no hay duda- esfuerzo? Y por esos derroteros reflexionaba yo cuando el propio Agustí, a viva voz, me dio la respuesta a tamaño dolor de cabeza: "El público hay cosas que quiere ver y cosas que no".

En fin, que quizá sea yo una espectadora-tipo de esta segunda clase de público. Y, por eso, seré clara, aún cuando sepa que por cuanto pueda decir ahora corro el riesgo de ser tachada de "blanda" o "fácilmente impresionable". El Mar es sangre. Y El Mar es violencia. Y El Mar es dura. Posiblemente por la propia razón que apunta su director -evidentemente el más capacitado para responder sobre las pretensiones de su película-: "La dureza de El Mar viene condicionada por la propia dureza de la época. No hay ánimo de escandalizar en El Mar. Simplemente hay situaciones límites, dentro de las cuales hay cosas desagradables".

Las cosas desagradables a las que se refiere Agustí son guerra, enfermedad, fanatismo religioso y homosexualidad no asumida, aderezado todo con crímenes de guerra - crímenes al fin y al cabo-, asesinatos a hachazos nada de elipsis visuales-, muertes por una sangrante tuberculosis y suicidios. ¿Algo más? Una violación (de un hombre a otro hombre) exenta de cortes. Ingredientes todos reunidos en la vida de unos niños de la guerra que la vida ha obligado a vivir caminos de sufrimiento.
Eso sí, el pabellón interpretativo queda más que alto de la mano de tres jóvenes debutantes -Roger Casamajor (cuenta en su curriculum con pequeños papeles televisivos), Bruno Bergonzini (su trabajo más conocido hasta ahora es Poble Nou y Antònia Torrens (descubierta en un casting)- en la piel de unos papeles más que complicados por cuanto tienen de personajes dolientes.
Como siempre, un consejo: no ir a verla con el estómago lleno. ....... """"" Pilar Ramírez


Roger Casamajor
Ha sido miembro durante cinco anos de la compania Som-hi Teatre. En television ha aparecido en las series de TV3 Temps de Silenci, Crims i Nissaga. LHerncia.

En el cine ha protagonitzado El Mar, de Agustin Villaronga (Premio Manfred Salzgeber a la Mejor Pelicula Innovadora de Berlin 2000), y ultimamente ha trabajado en Salvajes, de Carlos Molinero, y Los Guerreros, de Daniel Calparsoro.

Bruno Bergonzini
Filmografía como actor:
Amor claroscuro, Un. (1995) De Jesús Garay, Buscando a Sherezade. (1999) Alla ricerca di Sheherazade. De Franco Giraldi
Mar, El. (2000) El mar. De Agustín Villaronga
Ha llegado el momento de contarte mi secreto. (2000) De Iván Morales López
Mi hijo Arturo. (2001) . De Pedro Costa







Premio del Público a la Mejor Interpretación del III Festival Audiovisual Zemos 98.3 (2001) para Bruno Bergonzini por "Ha llegado el momento...."
Festival Internacional de Cine de Catalunya -Sitges 2000, Festival Internacional de Cine de Gijón (2000), Festival CECC 2001, IV Festival de Cine Español de Málaga (2001).

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